martes, 19 de junio de 2007

El Pildorazo

Con el argumento de prevenir el incremento de embarazos no deseados, el Departamento de Salud de la Generalitat de Cataluña pretende repartir la píldora anticonceptiva del día después gratis y sin receta. Esto, por supuesto, lo enmarcan en un conjunto de acciones dirigidas a la educación afectiva y sexual que están llevando a cabo con los jóvenes.

Es curioso que se hable de “educación” con medidas así, tan didácticas.

¿Qué mensaje están lanzando a los jóvenes? Vosotros haced lo que os “pete”, que ya lo arreglamos rápidamente. En ningún momento se habla de fomentar el sentido de responsabilidad. Empiezan por dar soluciones al uso irresponsable del sexo en vez de prevenirlo.

Es como si la educación en la convivencia, en vez de centrarse en el respeto a los demás, consistiese en "si molestas a tu vecino y éste se enfada, acude a un buen abogado o cómprate un rifle".

La mejor educación que se puede dar a un joven es saber que sus actos tienen consecuencias, en todos los órdenes de la vida. Si no, cuando sean adultos se encontrarán con que esas consecuencias se manifiestan sin remedio y no sabrán afrontarlas.

Ustedes pueden evitar un embarazo (¡o interrumpirlo!) suministrando un medicamento, pero no pueden evitar las consecuencias psicológicas, afectivas y médicas que de ello se derivarán en el futuro. No está de moda decir a los jóvenes que tienen que moderar sus instintos y que no todo lo que les apetece es conveniente, pero es el único mensaje acorde con la naturaleza del ser humano. Pensar que los jóvenes no serían capaces de responder a esos mensajes es tanto como menospreciarles o desconfiar de su capacidad. Los políticos deberían ser más honestos en este punto y apuntar a la raíz del problema en vez de dictar medidas de fácil acogida.

No miren a las próximas elecciones sino a las próximas generaciones.

No hay comentarios: