lunes, 25 de febrero de 2008

IDEARIO DE LA SMOTH-MIT

Saludos a todos:

Hoy alguien que aprecio me ha hablado de nuestra amada SMOTH-MIT, me ha insinuado que tal vez deberíamos buscar nuestro sitio, nuestro espacio, y la verdad me ha hecho reflexionar.

Creo que es algo que todos deberíamos hacer de vez en cuando, primero para situarnos y saber cuál es nuestro motivo de existir, segundo para fijar objetivos y tercero para ponerse manos a la obra, eso en el caso de que estuviéramos empezando, pero en el caso de que ya se estuviese situado, también vendría bien, pues, serviría para actualizarse, corregirse y perfeccionarse.

Creo hermanos que deberíamos pensarlo sobre nuestra amada Orden. Yo lo he hecho, aunque desde aquí, desde la distancia, a lo lejos, pues aunque estoy dentro, no alcanzo a conocer detalladamente todo lo sucedido, tampoco es mi función claro está, para eso ya tenemos a nuestro Maestre y nuestro Senescal, dos lobos de mar en esto de las asociaciones, me he puesto manos a la obra.

Yo me he puesto a recapacitar, y creo que nuestro trabajo está encaminado correctamente, nuestro sitio en el mundo ya nos lo dará Dios, nosotros lo único que podemos hacer es trabajar por él y para él, creo que debemos de tener claro el objetivo de la Orden que no debe de ser otro que el acercarnos a Dios, el hacernos mejor apóstoles, y el ayudarnos a ser santos. Nuestra amada Orden debe de ser un medio, un medio hecho a medida para los que se sienten Caballeros Católicos, para los que sienten el espíritu templario, pero debemos de ser conscientes de no confundir el medio con el fin. Existen muchos medios de llegar a Dios, pero solo debe de existir un fin en nuestra mente y en nuestro corazón, parecernos a Jesús, contemplar eternamente su rostro, el medio que nosotros hemos escogido es para nosotros el ideal tal vez, pero debemos también darle su importancia correspondiente a cada cosa, el medio es muy importante, nuestra Orden, pero en el momento en que la sentimos como fin, nos puede llevar a la perdición, en cambio si la vemos como medio para llegar a Dios, estaremos haciendo mucho bien a la Orden, a los demás y a nosotros mismos, y todo nuestro trabajo dará sus frutos.

Por eso creo que el Organigrama de la Orden es ideal para conseguir nuestros fines, que es “Amar a Dios sobre todas las cosas y al projimo como si fuéramos nosotros mismos” y restablecer el honor perdido de la Orden del Temple.

La Orden SMOTH-MIT, asociación-orden Templaria, para recordar el espíritu de unos Caballeros que dieron su vida por defender la verdadera fé, y que sigue luchando por acercarnos más al espíritu Templario, es la actualización de lo que pudiera haber sido la Orden.

Templarios del Mundo, ONG dedicada a amar al prójimo, y a llevarles nuestros excedentes materiales, para así poder hacer un mundo más justo.

Milicia, Defensores del Catolicismo, publicación electrónica mensual de un boletín en defensa del Catolicismo, una manera actual de luchar en defensa de la verdadera fe, el inicio de lo que un día esperamos puede ser algo mas grande.

Por eso hermanos creo que el organigrama en sí está perfecto sobre el papel, lo complicado es que esos tres miembros del Temple los hagamos funcionar con fuerza y acierto.

Para ser un evangelizador, para ser un Caballero de Dios, solamente tenemos que recordar cómo eran nuestros hermanos, o mejor dicho como era el inspirador de la regla de la Orden, nuestro protector, Abad de Clairvaux San Bernardo, al igual que todos los demás santos, la base fundamental de todo soldado de dios es la ORACIÓN, esa es la base de la cual debemos de partir todos y cada uno de los que pertenecemos a la Orden, la Oración, a la cual debemos de sumarle los SACRAMENTOS, recibir los sacramentos asiduamente y la Oración son el camino hacia la luz, hacia la sabiduría divina, así encontraremos la Gracia de Dios y su fuerza, todo es tan sencillo como eso.

Gran ejemplo de las armas que debemos e poseer los Templarios lo tenemos en la carta de Pablo a los Efesios 6, 10-20.

Finalmente, confortaos en el Señor y en su vigorosa fuerza. Revestíos la armadura de Dios a fin de que podáis defenderos de las insidias del diablo. Pues no trabamos combate contra adversarios de carne y sangre, sino contra los principados, contra las potestades, contra los que tienen el imperio de este mundo tenebroso, contra los espíritus malignos, moradores de las regiones etéreas. Por tanto vestíos la panoplia de Dios a fin de que en el día malo podáis resistir, y bien pertrechados, sosteneros fieles.

Por consiguiente manteneos firmes, ceñidos los lomos con la VERDAD, y revestíos con la coraza de la JUSTICIA. Y calzados los pies con la presteza que da el EVANGELIO de la paz. Abroquelaos en todo momento con el escudo de la FE, con el que podáis extinguir todos los dardos encendidos del Maligno. Y cubrid la cabeza con el yelmo Salvador; y empuñad la espada espiritual que es la PALABRA DE DIOS. A este fin tened el espíritu en ORACIÓN INCESANTE. Asimismo en vela continua y PERSEVERANTE, orando por todos los santos. También por mí a fin de que me sea otorgado PREDICAR CON VALENTÍA Y CONFIANZA: Dar a conocer el misterio del evangelio.

Creo hermanos que aquí viene muy bien definidas nuestras armas, para que lo que nos propongamos conseguir se haga realidad. Un fraternal abrazo.


NON NOBIS DOMINE, NON NOBIS, SED NOMINE TUO DA GLORIAM.


Fr.+ Nivardo de Clairvaux

Mariscal de la OSMTH-MIT

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